Poniendo el pecho

El viernes pasado fui a ver a Almafuerte al Teatro de Flores, contento porque vería a la banda del Amigazo en vivo. Como llegué temprano, tuve oportunidad de ver a Custom 71, grupo soporte. Me llamaron la atención un par de cosas de esta banda: de movida, que el cantante apareciera con una bandera argentina, sobre una lanza de guerra haciendo de mástil. Y otras más, como que homenajeara a Juan Manuel de Rosas, por ejemplo. Musilcamente, me gustó mucho cómo sonaron.

La espera por ver a Almafuerte arriba del escenario, tocando, se me hizo un poco larga, sobre todo porque fui solo. Mi amigo Seba no pudo ir porque andaba corto de guita. De todos modos, había ido hace pocas semanas a verlos, no me acuerdo si en Morón o en Laferrere; así que se quedó con las ganas en Flores, pero no le dolió tanto.

¡Qué momento cuando, finalmente, apareció el Amigazo junto a sus compañeros! Y ni decir de cuando se empezó a escuchar el arranque del primer tema: Niño jefe...: "En Villa Las Ranas nacido fue un Cristo, que yo conocí como El Jefe, así lo llamaban los viejos malandras que a fuerza de balas comprenden". Y qué agite y pogo que se daba entre la gente, saltando y gritando, con la misma fuerza que contagia Iorio. "Se ganó el respeto matando a unos bravos mierderos solito a los 13. Y poniendo el pecho todo lo que afanó lo compartió con su gente". Me causó mucha gracia que, en plan de teatralizar lo que cantaba, hizo ademanes de afeminado cuando contó esta parte de la historia del Niño Jefe: "Huyó del encierro disfrazado de mujer, niños y abuelas sonrieron".

Las ricardescas, como dirían en http://www.mutantes.com.ar/, obviamente dijeron presente. Mi preferida de toda la noche fue la que le tiró a un pibe, cuando se cansó de que éste le sacara fotos: "¡Aflojá con la camarita, tragaleche!". Exploté.

Una pena que el sonido haya sido tan malo, y también una pena que el recital no hay sido muy largo. Creo que duró, más o menos, una hora y media. Y encima no hubo tiempo para hacer algún temita de Hermética o V8. Noté que la banda se dio cuenta de esto, porque hicieron más de una vez gestos de que no era que no tuviesen ganas de seguir tocando, sino que no había más tiempo, por disposición del lugar. De hecho, la música de fondo, como cortina en un programa de televisión cuando un bloque se extendió de más y hay que cumplir con las propagandas, se hizo escuchar dando la razón.

Mis canciones preferidas de la noche: Niño jefe, Almafuerte, Vencer el tiempo, Sentir indiano y El pibe tigre.

Como les conté a los otros directores de Para Mí, Juan Carlos Bodega López y Samuel Cherquis, la pasé tan bien que me quedé con ganas de ir a la otra fecha, que hicieron el sábado. No faltará oportunidad de hacer un doblete. Ahora, voy a seguir escuchando el último disco de Almafuerte, que, como siempre, no defrauda y va para adelante.

Por Arturo Parrilla

3 de agosto de 2007